domingo, 4 de diciembre de 2011

Diciembre 2011


Escribir un cuento basado en lo que esta frase nos sugiera:
Una llamada de teléfono: un vuelco en el estómago.

Los relatos se publicarán el 20 de diciembre

miércoles, 5 de octubre de 2011

Ejercicio de octubre



Fecha de publicación 15 de octubre: Historia corta narrada desde el punto de vista de dos narradores distintos. Dos miradas diferentes sobre una misma situación.

sábado, 17 de septiembre de 2011

sábado, 23 de julio de 2011

Ejercicio para el 20 de agosto



Escribe un cuento en el que dos o más personajes se quedan...
Encerrados en un ascensor 

Se me han ocurrido algunas preguntas que pueden resultarles útiles para armar y definir algunos aspectos de la historia del ascensor. Ustedes saben que escribir un cuento no es una tarea fácil, y los plazos para presentar los ejercicios a veces son inaceptables o insuficientes. Sin embargo, creo que vale la pena el intento. No hay otra condición que atenerse a lo que les sugiere el lema: "Encerrados en un ascensor". Pueden escribir una escena, un fragmento, un cuento completo. Les pido que lo que vayan a mostrar no sea una improvisación, sino que haya trabajo detrás. Si no llegan con los tiempos es preferible que sigan trabajando el texto, y de últimas lo presentan en septiembre. Bueno, los dejo con las preguntas, espero que les sirvan de "disparadores":
 
¿Cuántas personas viajan en el ascensor? ¿Una? ¿Dos? ¿Diez? ¿Son todas del mismo sexo? ¿Distintas edades? ¿Distintas profesiones? ¿Niños? ¿Mascotas?
¿Por qué no pueden salir? ¿El ascensor se detuvo? ¿Sube y baja sin parar? ¿Hubo un corte de electricidad en el edificio? ¿Tal vez un corte en todo el barrio?
¿Hay alguna luz de emergencia en la cabina? ¿Y botón para dar la alerta?
¿De qué material es el ascensor? ¿Acero inoxidable? ¿Hay algún espejo? ¿Qué ven los personajes al mirarse en el espejo, además del reflejo de sus caras? ¿Miedo?
¿Alguno entra en pánico? ¿De qué manera? ¿Llanto? ¿Alguno desliza una confesión? ¿Qué es lo que hace que uno se anime a confesarse ante un extraño?
¿Cuánto tiempo quedan encerrados? ¿Dialogan? ¿De qué hablan durante el encierro?
¿Aparece personal de mantenimiento? ¿El portero del edificio? ¿Bomberos?
¿Se restablece el funcionamiento en algún momento? ¿Vuelven a verse los personajes en otras circunstancias?
¿A qué piso viaja cada pasajero?
¿Es un edificio de departamentos o de oficinas?
¿Hay buena ventilación?
 



Propuestas para el ejercicio de la quincena de agosto. Pueden elegir más de una. El lunes 1 de agosto acaba el plazo y proclamaremos oficialmente a la más votada como ejercicio para entregar antes del 15 de agosto. El resto de las propuestas, por orden de votos, se fijará para los meses sucesivos.

o Una historia dentro de otra
o Una historia policiaca
o Una historia humorística
o Historia corta narrada en dos versiones o lenguajes distintos. Humor y tragedia, por ejemplo.
o Un amor chatero
o Una llamada de teléfono: un vuelco en el estómago
o Encerrados en un ascensor
o Un tipo se encuentra con un antiguo amigo. Cuando rememoran el pasado, uno descubre algo importante que no supo en su momento.
o Historia corta narrada desde el punto de vista de dos narradores distintos. Dos miradas diferentes sobre una misma situación.
o Una despedida

viernes, 1 de julio de 2011

Julio 2011

El ejercicio para mediados de julio consiste en escribir un cuento breve, con un máximo de trescientas cincuenta (350) palabras. Hasta aquí todo bien. Ahora sumemos otra condición. El cuento debe contener los siguientes cuatro términos (no pueden aparecer en el título): cautivo, tormenta, espejo, fuego.

miércoles, 8 de junio de 2011

Junio 2011

Escribir un cuento que incluya uno y solo uno de los fragmentos de más abajo. Esa inclusión puede ser en un bloque o varios, pero la consigna es no cambiar una sola coma del fragmento elegido:
   
OPCIÓN 1: Apartó la chapa con cuidado y metió la cabeza a través de la abertura. Al principio vio solamente la claridad mugrienta de la ventana que flotaba a una distancia imprecisa, pero después de un rato comenzaron a brillar los agujeritos de las chapas. Había un millón por lo menos y parecían llenos de vida. No tenía por qué compararlo con nada, pero en todo caso sentía la misma impresión que si metiera la cabeza en medio de la noche.
 
 OPCIÓN 2: Cuando echamos a andar hacia el coche, el sol ya se había puesto. Cruzamos el cementerio tropezando, sin decirnos nada. Había varios centímetros de nieve en el suelo y continuaba nevando, cada vez más intensamente, como si no fuese a parar nunca. Llegamos al coche, nos metimos adentro, y luego, contra todas nuestras expectativas, no pudimos arrancarlo.
 
OPCIÓN 3: Nunca me había pasado de andar sin un peso* en el bolsillo. No podía comprar nada y no me quedaba nada por vender.
[* Puede reemplazarse por: euro]
 
OPCIÓN 4: Estaba de pie, descalzo entre el polvo, el calor y los hedores del puerto, bajo el deteriorado toldo de un café donde unos cuantos clientes se habían desplomado en las sillas con la vana esperanza de protegerse del sol.